Página:Don Sancho Garcia conde de Castilla.djvu/9

Esta página ha sido validada
(VII)

por eso a tu pasión tanto prevengo.
No recelo me falte tu fineza,
mas sé de las mujeres la flaqueza:
emprenden fácilmente cuanto intentan;
mas si dificultad experimentan,
se apartan de la empresa que intentaron
tan fácilmente como la idearon.
Cond. No con razón arguyes de ligero
al sexo mío; acuérdate primero
del tesón que he mostrado por mi parte:
oh, quánto me ha costado el estimarte!
Lo sabes; mis vasallos se opusieron
luego que mi cariño conocieron
en tu persona puesto. Ellos osados,
y contra tu nación preocupados,
de nuestro amor hablaban con injurias;
corté sus vuelos y calmé sus furias.
Yo sola, sin auxilio, ni consejos,
rompí la nube que tronaba lejos.
Calló Castilla ya. Ya no se opone
al yugo extraño que mi amor te pone:
qué habrá que yo no alcance y te conceda?
Alm. Tal vez será lo que tu amor no pueda.
Es tal, que no me atrevo a proferirlo;
pero en este papel quiero escribirlo. Escribe.
Cond. Cielos, qué miro! Qué turbado escribe!
Qué nuevo susto el corazón recibe!
Su mano tiembla, y tiembla el pecho mío!
Ay! qué será? Parece desvarío
el susto que al turbarle me conmueve;
agüero infausto contenerse debe
en el papel: parece que se anega

en
B