Elv. Ni puedo descubrirte, ni ocultarte
asunto tan atroz: diréte parte.....
mas no, que si te oculto parte alguna,
la otra será á tus ojos importuna.
Dudosa en tal conflicto yo me hallo:
si te hablo, infiel; y cómplice, si callo.
Pero por otra parte se interesa
toda Castilla.
Gonz. Si de la Condesa
no fuera confidente, yo sabria
el secreto indagarte, Elvira mia;
pero no me parece justo ahora.
Elv. Venero á la Condesa: es mi señora;
pero el Conde en peligro tal se halla,
que morirá, si Elvira te lo calla.
Gonz. Sobrina, me confundes. ¿Qué me dices?
Me llenas de sospechas infelices.
¿En qué peligro se halla el tierno infante?
Por qué en decirlo tardas un instante?
Si yo puedo impedirlo, dilo presto.
Elv. Escucha, pues, el lance más funesto,
y prepara el medio. Yá tu sabes
que de Córdoba vino con los graves
motivos de una tregua, que importaba
al Moro, y á la Corte de Doña Aya,
el tyrano Almanzor. Formó ambicioso
el proyecto mas alto y monstruoso.
Rey de Castilla coronarse quiso;
mas ¿de qué modo? Aquí será preciso
aumentes la atencion, porque no creas,
que ayudando el valor á sus idéas,
encomendase el bazo de la guerra
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