Página:Don Francisco Fernández de la Cueva, duque de Albuquerque.djvu/24

Esta página no ha sido corregida
346
MEMORIAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

 «Lo que de D. Francisco de Meló decís, fué y pasó así, meuos de salir herido y que la caballería dejase de pelear por haberle dado por general á Alburquerque, que es un señor bien quisto y valiente. El improviso los agalliuó, y el hallarse desordenados y cebados en el saco y despojo de los que habían vencido: cosa fea, pero vista infinitas veces. Alburquerque y muchos otros cabos y personas de cuenta salieron heridos, preso el de Garcíes, muerto el de Villalba. La rota en todo caso fué grande, pero no nunca vista ni representada: llególe socorro á Meló, reparóse y escribió animado.»

 Finalmente, ¿quiere el duque de Aumale tan pomposo encomiasta de los suyos como injusto, agresivo y conciso tratándose de los enemigos, una prueba concluyante, terminante, decisiva del comportamiento del duque de Alburquerque en Rocroy? Pues el mismo Felipe IV nos la va á facilitar solemnemente autorizada con su firma y sello real.

 He tenido la suerte, suerte providencial sin duda, de encontrar en el archivo de la casa de Alburquerque[1] la siguiente carta original, que por su extrema importancia en este asunto, trascribo íntegra:

 «El Rey. — Duque de Alburquerque, primo, mi capitán general de la cauallería lijera de mis exercitos de Flandes. Aunque el suceso de la batalla de Rucroy fué infeliz, haviendo os señalado en ella tan conforme á las obligaciones de vuestra sangre (de que me avisa el Marqués de Tordelaguna), He querido deziros la estimación con que quedo del valor y zelo de mi servicio que mostrays en todas ocasiones. Spero en Dios, que habiéndose reforzado essas armas (como lo procuraba el mismo), que se mejorarán las cosas y que vuestro exemplo animará á todos á cumplir con sus obligaciones. De Madrid a 30 de Junio de lü43. — Yo el Rey. — Ge- rónimo de Villanueva[2]»

 Resulta, por tanto, de todos estos irrecusables datos, que el duque de Alburquerque inició la batalla de Rosroy con tan brillante carga de caballería, que rompió la vanguardia de la enemiga y dos regimientos de infantería, llegando hasta la artillería y apoderándose de ella; que deshecha la vanguardia francesa, nuestros soldados, creyendo ya seguro el triunfo, comenzaron á echar los sombreros á lo alto en señal de victoria[3] ; que embriagada y desprevenida por tan próspero comienzo nuestra

  1. Radica en la actualidad en el archivo del Excmo. Sr. Marqués de Alcañices.
  2. En el sol)rcsiTÍto: «l'or el Rey.— Al Duijuc de Albur.iiier(|up, iJeatil-hoinhre do su Cámara y su Capitnn licueral de la ravaüoria lijera del exérfito ile Flandes." Couserva el sello real eu lacre.
  3. TaQ cierto era esto, ((uc habióudosc adclaut.vdo el jefe de la reserva fraucesa, baróu

18