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MEMORIAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

guen inmediatamente después de dicha villa, que están en 28° en derecera del Norte, á distancia de 30 ó 40 leguas está una sierra muy alta, que llaman la Sierra Blanca, y más adelante, por la misma línea, al llegar á 54° hay unas sierras muy altas é inaccesibles, que todo el año están cargadas de nieve, por lo cual las llaman Sierras Nevadas; entran mucho distrito por la parte equinoccial, son muy dilatadas por la parte del Oriente, y llegan casi cerca de aquellas poblaciones de las naciones extrañas que están al Nordeste de la Florida, y pueden haber sido estorbo para que no se hayan dilatado á la tierra dentro; y délas vertientes destas Sierras Nevadas que miran al Oriente, salen los ríos que entran en dichas poblaciones, como lo esel que llaman Pohuatan, que está en 38°, el río Chuare en 35°, el río de San Lorenzo y el río Jordán en 34°, y de las vertientes de dichas sierras que están al Mediodía, se riegan aquellas provincias de la Florida y sus circunferencias, y de las vertientes que están al Mediodía rectas, bajan sus vertientes á la Quivira, y para mejor conocimiento es á saber: que la Sierra Blanca que está entre las Sierras Nevadas á la parte del Oriente, se forma un río que corre recto al Levante; y de las Sierras Nevadas baja otro con la corriente al Sur hasta juntarse con éste, de que se forma un río caudaloso y Grande, que así lo llaman, y prosiguiendo como 250 leguas al Oriente con reclinación á la banda del Sur, da una vuelta al mismo Sur como de 30 leguas y revuelve sobre mano derecha entrando por medio de la Quivira, en que según el rumbo de su corriente, proporcionadamente considerando la bahía del Espíritu Santo, que está en la costa, parece ser que es el mismo que emboca en dicha bahía [1] .

»E1 año de 1634, el capitán Alonso Vaca salió de la villa de Santa Fé cogiendo el derrotero al Oriente, llevando en su compañía algunos soldados y no cargando su dirección al Sur, como se hizo en las demás jornadas; después de haber andado casi 300 leguas por el dicho derrotero, llegó á este río Grande, y queriendo pasarlo, le dijeron los indios amigos que llevaba en su compañía no hiciese tal, porque de la otra banda, entraba la Quivira; y tomando noticias de la tierra, le dijeron los indios que estaba muy poblada de gente, que cogían y sembraban sus maíces, y gozaban de las vacas cíbolas, que también las había en aquella tierra; y prosiguiendo el capitán Alonso Vaca en querer pasar á ella, y ya que quiso formar balsas para el río, le volvieron á repetir los indios amigos que mirase lo que hacía, que aunque era muy valiente, por último lo

  1. Esto es, el Misisípi.