Página:Don Diego de Peñalosa y su descubrimiento del reino de Quivira.djvu/71

Esta página no ha sido corregida
57
DON DIEGO DE PEÑALOSA

doscientas leguas de su origen iguala con el dicho río del Norte, cayendo éste á la parte interior de los llanos de Cíbola y banda del Norte, ochenta leguas de atravesía de dicho puesto, que llamárnosla Junta del río de Conchos y Norte. Y á éste le llamamos el río de las Noeces, por haber en sus riberas y vegas muchos árboles de este género, morales, ciruelas, uvas silvestres y otras frutas, y por su amenidad hay en todo él y su vecindad muchas vacas silvestres que llaman cíbolas, y muchas gallinas de la tierra que en España llaman pavos, y todo género de venados á cuyo puesto el año 1632 fueron algunos soldados del Nuevo México, y con ellos los padres Fr. Juan de Salas y Fr. Diego de Ortego; y hallando allí á los indios de la nación Jumana amigables, y que mostraban inclinación á ser cristianos, se volvieron los españoles á la villa de Santa Fó y el P. Fr. Juan de Salas, dejando, como dejaron, en dicho puesto y con dichos indios al dicho P. Fr. Juan de Ortega, que estuvo con ellos tiempo de seis meses siu haberle hecho mal ni daño alguno. El año de 1650, el Capitán Hernán Martin y el Capitán Diego del Castillo con otros soldados y algunos indios cristianos, salieron de la villa de Santa Fé con orden del General Hernando de la Concha, Gobernador que entonces era de las provincias de Nuevo México, los cuales habiendo caminado por otro rumbo como doscientas leguas, llegaron á este paraje del río de las Noeces y nación de los Jumanas, adonde estuvieron de asiento más de seis meses, así porque los indios les mostraron afecto, como por haber hallado en aquel puesto suficiente y sobrado bastimento; y en el tiempo de dichos seis meses, sacaron del río cantidad de conchas que quemándolas despedían algunas perlas, que si bien no tenían el oriente definas, por ser de agua dulce, mostraban serlo. Y caminaron estos dichos capitanes el río abajo en deresera del Oriente con reclinación al Sur, por las naciones de los que llaman Cuitoas, Escanjaques y Aijados, y después de haber andado como cincuenta leguas, llegaron á los límites de la nación que llaman Tejas y no entraron dentro de su distrito por reconocer ser muy dilatada y haber mucha gente. Esta nación de los Tejas corre de Sur á Norte la distancia que hay del río del Norte hasta el río de las Noeces, que serán como cien leguas, y de ancho tendrá otras tantas de Oriente á Poniente, y desde el extremo de esta nación hasta la costa y Golfo Mexicano habrá como otras cincuenta leguas á la parte de Levante, y dichas cincuenta leguas las ocupan indios sueltos que ni cojen ni siembran, porque según las noticias de la cercanía de la costa, tiene muchos arenales y médanos. Por esta parte de los Tejas, que por la banda del Norte confina esta nación con los Quiviras, y una y otra se