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DON DIEGO DE PEÑALOSA

»Y porque la experiencia en todo tiempo maestra enseña que se han de escoger en los principios los medios más convenientes y eficaces para conseguir los fines, y la prudencia ayudada de la razón, previene las dificultades que se lian de mirar antes de principiar lo que se pretende conseguir para que con su conocimiento se proceda más rectamente al acierto, y se tome la resolución más conveniente en materias que mucho importan, y se necesitan las noticias para mirar mejor lo que conviene, me parece que las más legítimas que de presente pueden ofrecerse, son las siguientes:

»La villa de Santa Fé, centro del Nuevo Méjico, está en 37° en recta línea del Sur, teniendo por el Occidente la mar á distancia de doscientas leguas. Descubrióla el año de 1605 el Adelantado D. Juan de Oñate, llevando en su compañía algunos soldados y religiosos de mi seráfica religión, y por presidente al padre predicador Fr. Francisco de Escobar, y por guía de su viaje un río que le llaman el Grande, que tiene su principio en las montañas y sierras que están á la parte del Septentrión de dicha villa en 28°, el cual rectamente tiene sus vertientes hacia el Occidente y entra en su mar por la ensenada que está á lo interior que llaman la California, en cuyas riberas visitaron los indios de muchas naciones al dicho Adelantado D. Juan de Oñate, entre los cuales, dos que dijeron ser de los reinos de Teguayo, viéndole comer en vajilla de plata, le dieron á entender que en su tierra había mucho de aquel metal. Y porque algunos confunden las provincias de Teguayo con las de la Quivira, será necesario dar á entender el lugar que tiene cada una de estas naciones, las distancias que hay de una á otra, y la comunicación que puede entre ellas haber, para cuya interlección seguiremos el orden con que corren los ríos, y las vertientes de sus nacimientos, y sea por principio el que en 38 y 39° á la parte del Septentrión de dicha villa de Santa Fé, hay unas sierras, de las cuales unas vertientes van al mar del Occidente, como dicho es del río Grande; otras al Oriente, y éstas son más copiosas y dilatadas. Desde la villa de Santa Fé al mar del Norte y golfo mexicano (mirando rectamente al Oriente), habrá como 500 leguas, y aunque éstas no se han andado, haráse el cómputo por lo que se ha visto.

»E1 río del Norte tiene su principio en dicha villa de Santa Fé, y sus corrientes son rectas por entre los pueblos de dichas provincias, al Sur hasta llegar á la Conversión de Nuestra Señora de Guadalupe, en donde al presente está el presidio de los españoles, distancia de más de cien leguas, y desde este paraje se reclina al Oriente reconociendo en alguna parte de Sur, y pasa por las naciones de indios que llaman Mansos, Su-