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MEMORIAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

extender el reconocimiento más hacia el Oeste. Tardaron tanto en la operación, que se creyó y llegó á decirse que habían naufragado, en cuyo concepto dos fragatas que dirigían D. Andrés de Pés y D. Francisco Gamarra, dieron la vela, llevando como práctico al piloto Luis Gómez Raposo. Los bergantines entraron en el lago ó bahía de San Bernardo, hallaron los restos del naufragio de los buques franceses, en testimonio de lo cual arrancaron de la popa de uno de ellos tres flores de lis, sacaron cuatro piezas de artillería y algunos otros objetos. También descubrieron las fragatas á los bajeles perdidos, y dieron cuenta al regreso, suponiendo que con la desgracia habrían desistido los franceses. Corrió, sin embargo, la voz de que estaban establecidos en la costa, asegurándolo un prisionero inglés llamado Rafael Huitz, y D. Andrés de Pés, oficial distinguido, que llegó á ser Capitán general de la Armada, hizo tercera salida con su fragata y una barca: la primera dejó fondeada en Movila, y con la barca examinó las bocas del Misisipi, subiendo por el río y corriendo después noventa millas al Oeste, no hallando nada; pero se mantenía, á pesar de todo el rumor, procedente sin duda de comunicaciones de los indios, por lo que el Conde de Galve, que sucedió en el vireinato, queriendo salir de duda, decidió fuera por tierra el General Alonso de León, Gobernador de la provincia de Coahuila, con cuatrocientos arcabuceros de á caballo. Rompió la marcha en Enero de 1689 por el territorio de los Tejas hasta la bahía de San Bernardo, donde encontró destruida la casa fuerte de los franceses, diez y ocho piezas medianas de artillería y otros efectos . Mandó enterrar piadosamente los cadáveres de los compañeros de La Salle, y sabiendo por los indios que algunos de los expedicionarios habían quedado entre las tribus, escribió cartas en francés instándoles á venir, en la seguridad de que los recibiría como cristiano y caballero. Acudieron dos que hicieron completa relación de ocurrencias, sin ocultar la muerte de La Salle [1]. De vuelta en Nueva España, viendo los rescatados que no recibían el mal tratamiento que desde Francia les habían dicho sufrirían en caso de ir á parar á manos de los españoles, declararon que en diferentes naciones de salvajes quedaban todavía algunos de sus compatriotas, saliendo, en consecuencia, otras dos expediciones que llegaron hasta la nación de los Genis y rescataron el total de los nueve franceses que sobrevivían al desastre [2].

  1. Acad. de la Hist.— Colec. Muñoz, tomo 38. Barcia con más extensión refiere pormenores en el Ensayo cronológico.
  2. El mencionado Barcia escribe que los franceses recelaban mucho entregarse, pues ha-