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DON DIEGO DE PEÑALOSA

 La perspectiva de las ventajas que podría proporcionar la vía fluvial, se oscurecía con las condiciones personales del noticiero. El Conde de Frontenac, que protegió las expediciones y le apoyó en muchas ocasiones, tenía avisado que en la colonia había saña contra Gavelier, habiéndose enajenado las simpatías por la forma en que usaba al monopolio de las pieles. Mr. de la Barre, que desde el momento que sucedió en el gobierno de la Nueva Francia, dejó ver la mala impresión que el viajero le causaba, escribió con frecuencia en su contra, acusándole principalmente de insufrible amor propio, de extremada dureza con la gente que se ponía á sus órdenes, de instabilidad y de soberbia, defectos que señalaron otras personas de la colonia, por las cuales se le desertaban los hombres, y más de una vez habían querido asesinarle [1] .

 Reconvenido por las personas que le estimaban, dándole suavemente á entender cuánto le importaba hacerse popular y querido de la gente que había de ayudar á su gloria, respondió con acritud que se daba más crédito á miserables desertores que á su palabra de caballero; si efectivamente era severo, basaba el proceder en el convencimiento de que cierta clase de hombres no se gobierna con otro freno que el temor del castigo, y que jamás se rebajaría hasta su nivel, procurando la popularidad que le elogiaban [2].

    Gráfica Descripción, tierra ignorada,
    O por lo oculto de su airado ceño
    O impenetrable, en su Región helada,
    Tanto Patrón inboca; elixe dueño
    Para que protexida, y auxiliada,
    En la sombra feliz de tal defensa
    Logre esta vez las luzes de la prensa.»

     En el prólogo explica que el fraile recoleto Luis Hennepin había publicado un Tratado atribuyéndose los descubrimientos que pertenecían á Mr. de La Salle, como jefe de la expedición, y porque no logró la primacía pasó á Holanda y se despicó con dedicar al Rey Guillermo aquel dilatado país, por donde corre un caudaloso río navegable llamado Meschasipi, instándole á que se apoderase de él, plantando la fé (y era religioso). El texto comprende 80 páginas, extractando la relación del P. Hennepin, y á más de dos láminas, con las armas del Duque de Pastrana una, y una alegoría la segunda; lleva Carta geográphica de un país que nuevamente se ha descubierto en la América septentrional entre el Mar glacial, Florida y Nuevo Reino Mexicano, corriendo por el un caudaloso río navegable llamado Meschasipi. Delineada por el Teniente General de la Artillería D. Antonio Marquina, Discípulo de el Author.

     Barcia, ó sea D. Gabriel de Cárdenas Z. Cano, describió los viajes de La Salle y los de otros franceses con mayor extensión, en su Ensayo cronológico para la historia de la Florida.

  1. Margri. Tomo I, págs. 496, 581 y 582.
  2. Ibid. Tomo II, págs. 224 á 235.