Página:Discurso sobre el origen y los fundamentos.djvu/95

Esta página ha sido corregida
(75)

tado precisamente á las puras sensaciones, el cual no se aprovechaba casi de los dones que le ofrecia la naturaleza, y no pensaba de ninguna manera en utilizarse de nada de ella: mas muy pronto se presentaron dificultades, y fue necesario aprender á vencerlas: la altura de los árboles que le impedia el alcanzar sus frutos, la concurrencia de los animales que trataban igualmente el sustentarse de ellos, y la ferocidad de aquellos que conspiraban contra su propia vida; todo esto le obligó á aplicarse á los ejercicios del cuerpo, y fue indispensable hacerse ágil, ligero en la carrera, y vigoroso en el combate. Las armas naturales, que son las ramas de los árboles y las piedras, se hallaron muy pronto á sus disposicion, él aprendió á superar los obstáculos de la naturaleza, á combatir en los casos fortuitos á los otros animales, y á disputar su subsistencia á los hombres mismos, ó á indemnizarse de aquello que se vió precisado de ceder al mas fuerte.

A medida que el género humano se propagaba, los trabajos y fatigas se multiplicaron con los hombres. La diferencia de los terrenos, de los climas, y de las estaciones, pudo obligarlos á variar en sus