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de un niño de tres años y de una mediana robustez, pero cuadrado y bien proporcionado, muy ágil, y mu vivo, las piernas carnudas y gruesas, toda la delantera del cuerpo desnuda, mas la trasera cubierta de pelos negros. A primera vista, su cara parecia á la del hombre, pero tenia la nariz chata y torcida; sus orejas eran como la de la especie humana; su pecho (porque era una hembra) era grueso, su ombligo hundido, sus espaldas muy bien unidas, sus manos divididas en dedos y proporcionadas, sus pantorrillas, y sus talones gruesos y carnosos. Andaba comunmente derecho so sus piernas, y era capaz de levantar y de llevar fardos bastante pesados. Cuando queria beber tomaba con una mano la tapadera del jarro, y con la otra le tenia por el asiento; y en seguida se limpiaba con bastante gracia los labios. Se acostaba para dormir, la cabeza puesta sobre una almohada, y se cubría con tanta destreza que le hubieran tomado por un hombre en la cama. Los negros cuentan cosas muy raras de este animal ellos aseguran que no solamente fuerzan a las mugeres y á las mozuelas, sino que tambien se atreven á embestir á los hombres armados; en una palabra, hay suficiente apariencia para pensar que este sea el Sátiro de los antiguos. Menolla no habla puede ser sino de estos animales, cuando cuenta que los negros cogen algunas veces en sus caserias hombres y mugeres salvages.

Se habla tambien de esta especie de animales