Página:Discurso sobre el origen y los fundamentos.djvu/181

Esta página ha sido corregida
(161)

tinuamente sobre nuestras cabezas, conocerán lo caro que la naturaleza nos hace pagar el desprecio que hemos hecho de sus lecciones.

No repetirá aquí lo que dicho en otra parte respecto á la guerra; mas querria que personas instruidas quisiesen ó intentasen dar una vez al público, el por menor de los horrores que se cometen en los ejércitos por los asentistas de los víveres y de los hospitales, se veria que sus maniobras, no muy secretas, por las cuales los ejércitos los mas brillantes se reducen á menos que nada, hacen perecer muchos mas soldados e los que destruye la cuchilla enemiga. Es aun un calculo no menos asombroso el de los hombres que el mar sumerge todos los años, ya sea por el hambre, ya por el escorbuto, ya por los piratas, ya por el fuego, ya por los naufragios. Es evidente que es indispensable el atribuir á la propiedad establecida, y por consecuencia, á la sociedad, los asesinatos, los atosigamientos, los robos en los caminos, y los castigos mismos de estos delitos, castigos necesarios para prevenir mayores males, pero que, por el asesinato de un hombre, costando la vida á dos ó á mas, no dejan de doblar realmente la pérdida de la especie humana. ¡Cuantos medios vergonzosos para impedir el nacimiento de los hombres, y para engañar la naturaleza ya sea por esos gustos brutales y depravados que insultan a su mas bella obra, gustos que los salvages ni los animales no conocieron nunca, y que no deben su existencia en los paises civilizados sino á una imaginacion corrompida; ya sea por esos abortos secretos,