sufrir el que otros disfrutasen de un bien del cual no gozaban mas ellos mismos. En una palabra, de un lado pasaron las riquezas y las conquistas, y del otro la felicidad y la virtud.
En estos diversos gobiernos todos los magistrados fueron no obstante electivos; y cuando la riqueza no prevalecia para ser nombrado, la preferencia se concedia al mérito, que da un ascendiente natural, y á la edad que da esperiencia en los asuntos, y calma en las deliberaciones. Los ancianos de los Hebreos, los Gerentes de Esparta, el senado de Roma, y la etimología misma de nuestra palabra Señor, manifiestan cuan respetada era otras veces la vejez, Mientras mas las elecciones recaian sobre hombres avanzados en edad, tanto mas frecuentes venian á ser, y mas sus embarazosy dificultades se hacian sentir: las cabalas y las maquinaciones se introdugeron, las facciones se formaron, los partidos se enfurecieron; y las guerras civiles se excitaron; enfin la sangre de los ciudadanos fue sacrificada á la pretendida felicidad del estado, y se estuvo en vísperas de recaer en la anarquía de los tiempos anteriores. La ambicion de