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otros, sufocando la piedad natural y la voz aun debil de la justicia, convirtiendo á los hombres en avaros, ambiciosos y perversos. Se suscitaba entre el derecho del mas fuerte y el del primer ocupante un conflicto perpetuo el cual no se terminaba sino por medio de combates y de muertes (q). La sociedad aun en su cuna hizo lugar al estado de guerra el mas terrible: el género humano envilecido y desolado no pudiendo ya retrogradar, ni renunciar á las adquisiciones desgraciadas que habian hecho, y no trabajando sino en su deshonor por el abuso de las facultades preciosas que le honra, se condujo por sí mismo al borde del precipicio y proximo á su total ruina.

Attonitus novitate mali, divesque, miserque,

Effugere optat opes, et quae modo voverat, odit.


No es posible el que al cabo los hombres no hiciesen reflexiones acerca de una situacion tan desdichada é infeliz, y sobre las calamidades de que se hallaba abrumados. Los ricos sobre todo debieron muy pronto reconocer cuan perjudicial y nada ventajoso era para ellos una guerra perpetua, en la cual pagaban solos todos los gastos, y en