Página:Diogenes Laercio Tomo I.djvu/212

Esta página ha sido validada
179
DE DIÓGENES LAERCIO.


sino que fomentando con su cuerpo
los huevos, los anima.
Este saber es sólo conocido
de la Naturaleza que la instruye.

Y después:

No hay que admirarse que esto yo así diga;
ni de que los polluelos ya nacidos
a sus madres agraden,
y hermosos les parezcan;
pues también hermosísimo parece
a un perro un otro perro; un buey a otro;
el asno al otro asno; el cerdo al cerdo.

Estas cosas y otras semejantes escribe Alcimo en sus cuatro libros, indicando lo que Platón se aprovechó de Epicarmo. Y que el mismo Epicarmo no ignoraba su saber, puede notarse de que dice, como vaticinando que tendría quien le imitaría:

Pues como yo imagino,
o por mejor decir, lo estoy ya viendo,
tiempos vendrán en que estas mis palabras
anden en la memoria de los hombres:
habrá quien de estos versos haga prosa;
y engalanando el todo variamente
con púrpura y ornato,
se hará invencible superando a todos.

11. También parece fue Platón quien llevó a Atenas los libros de Sofrón, poeta cómico, hasta entonces poco estimados; que sacó de ellos su