en don diferentes esclavos traídos de Dardania para que se sirviese de ellos en lo que gustase. Que después, habiendo venido los elienses con ejército a Escilunte, destruyeron la posesión de Xenofonte por tardar los lacedemonios en venir a la defensa. Entonces los hijos de Xenofonte huyeron ocultamente con algunos esclavos y se fueron a Lepreo. Igualmente Xenofonte, que primero se retiró a Elis; después pasó a Lepreo, donde estaban sus hijos, y con ellos a Corinto, donde se estableció.
5. Habiendo por entonces resuelto los atenienses dar auxilio a los lacedemonios, envió Xenofonte a sus hijos a Atenas para que militasen bajo las órdenes de los lacedemonios; habían estudiado la disciplina militar en Esparta, según escribe Diocles en las Vidas de los filósofos. Diodoro volvió de aquella jornada sin haber hecho cosa memorable, y tuvo después un hijo del mismo nombre que su hermano. Pero Grilo murió en ella peleando valerosamente entre la caballería, siendo general de ésta Cefisodoro, y Agesilao de la infantería, como dice Éforo en el libro XXV de sus Historias. La batalla fue junto a Mantinea. Murió también en ella Epaminondas, capitán de los tebanos. Dicen que Xenofonte estaba a la sazón haciendo un sacrificio, con corona en la cabeza, y tenida la noticia de la muerte del hijo, se quitó la corona; pero sabido que había muerto peleando valerosamente,