PROLOGO.
Desocupado de la impresion de mi Vitruvio Español el año 1787, el Excelentisimo Señor Conde de Floridablanca, por carta fecha en San Ildefonso á 29 de Julio del mismo año mandó me emplease en aquel trabajo que fuese mas propio á mi inclinacion y gusto literario, hasta que su Excelencia dispusiese otra cosa. Desde luego puse la mira en traducir á nuestra lengua algun autor Griego de gusto y util á la patria, no muy rica de esta clase de libros. En el siglo 16, y parte del 17 tuvimos muchos sabios patricios que pudieran haberse dedicado mas á poner en nuestra lengua los escritores Griegos que han quedado. Tucidides, Xenofonte, Homero, Josefo, Plutarco, Apiano, la Historia llamada Tripartita, y Dioscorides son las obras Griegas mas notables que yo sepa traduxesen nuestros Españoles en los tiempos referidos. Las de menos cuenta son Aftonio, el Enchîridion de Epicteto, la Tabla de Cebes, las Fabulas de Esopo, algo de Aristoteles, Galeno, Isócrates, Dion Crisóstomo, y algunas otras cosillas de poca monta. Aun todas estas traducciones han venido á ser tan raras que se han hecho apreciables á pesar