- ¿de dónde lo tomaste?
- Esa incomodidad seguramente
- nació de la malicia del ropero.
Por más hambre que tuviese, nunca pudo hacer de parásito. Cuánto aborrecía esta vergonzosa adulación lo testifica Aristófanes, diciendo:
- Lleno de vanidad las calles andas,
- rodeando la vista a todas partes.
- Caminando descalzo, y padeciendo
- trabajos sin cesar, muestras no obstante
- siempre de gravedad cubierto el rostro.
Sin embargo, algunas veces se acomodaba al tiempo y vestía con más curiosidad, como hizo cuando fue a cenar con Agatón: así lo dice Platón en su Banquete.
10. La misma eficacia tenía para persuadir que para disuadir; de manera que, según dice Platón en un Discurso que pronunció sobre la ciencia, trocó a Teeteto de tal suerte, que lo hizo un hombre extraordinario[1]. Queriendo Eutrifón acusar a su padre por haber muerto a un forastero que hospedaba, lo apartó Sócrates del intento por un discurso que hizo concerniente a la piedad. También hizo sobrio a Lisis con sus exhortaciones. Tenía un ingenio muy propio para formar
- ↑ La frase griega es: ένθεσν αχέμψε, lo volvió divino, o deificado: ένδεος significa aquél en que está Dios.