Página:Diccionario etimolójico de las voces chilenas derivadas de lenguas indígenas americanas.djvu/956

Esta página ha sido corregida
4
Anexo segundo

(ya se ve que de Alemania) para enseñar el castellano en ésta bendita tierra? [1]

Pero, ¿siquiera el fondo de la obrea será digno de su autor? Mucha erudicion hallamos en ella, mucha ,lectura; [2] pero nada que distinga al especialista en lenguas americanas, a pesar de ser eso precisamente lo que se anuncia en la portada i en la introduccion de la obrea. Fuera de la esplicacion del arjentinismo vidalita, del araucano huinca i de alguna otra voz, puede decirse que no hai en todo este tomo nada que ya no esté en los autores que anteriormente han tratado de estas materias, i con la desventaja, para el señor Lenz, de que los demas han empleado un lenguaje mas conecto i elegante i dándonos por lo jeneral las voces correspondientes en castellano, que es para nosotros lo mas interesante en este jénero de estudios. Porque, a la verdad, ¿de qué nos serviria conocer un provincialismo, hacer anatomía de sus sílabas, araucanas, quichuas, o guaraníes, si no sabemos a qué voz española corresponde?..." [Así sigue el crítico confundiendo la enseñanza de la gramática i del estilo españoles, con la inverstigacion lingüística i etnolójica que naturalmente no se ha escrito para niños chicos, ni para maestros de escuela que sólo enseñan ortografía castellana a los "penecas", ni siquiera para un maestre-escuela, sicut exemplum docet. Concluye el párrafo;]

"Hasta ahora todos habíamos creido que la enseñanza de la gramática era para habla i escribir correctamente, como la jente educada; pero ahora el Dr. Lenz nos dice que estábamos profundamente equivocados i que la gramática, por lo ménos en Chile, es para hablar i escribir "a lengua huasa".[3] I el Con-

  1. Fui contratado como profesor de frances e ingles, i durante unos cuatro años he hecho las clases de lingüística castellana sin recibir sueldo. En 1902 en una renovacion de contrato se me dió nombramiento por este ramo, en vez del ingles. Mi tarea no es enseñar el uso de la lengua castellana sino el estudio científico de la misma.
  2. Por eso dice el crítico que un simple escribiente o alumno de escuela primaria habría podido escribir ese frío apunte (1).
  3. Verdad es que he sido el primero que ha dado a conocer a los hombres de ciencia las particularidades del lenguaje vulgar de Chile. Los ro-