se halla en las articulaciones Gue, Gui, Que, las quales en unas dicciones se pronúncian separadas, y en otras no. Quando se pronúncian como una sola sylaba: como en Guerra, Pague Guedeja, Embriaguéz, Guinda, Guija, Guitarra, Anguila, Queja, Quedo, y otras semejantes, no hai necessidád de los ds puntillos sobre la u, porque no se profiere distintamente, y queda como líquida y muerta. Quando se pronúncia clara y abiertamente: como en Agüero, Antigüedad, Pingüe, Trilingüe, Pingüissimo, Eloqüencia, Eqüestre, y otras voces semejantes, se deben poner los dos puntos, para que se manifieste y señale la variedád en la pronunciación de unos y otros vocablos.
14 En el uso de los accentos tambien se ha padecido grande equivocación, causada de la ignorancia, ò poca advertencia de su uso. En la Léngua Latina son tres, grave, agúdo, y circunflexo. En la Léngua Castellana el circunflexo, que se forma assi ^ , no tiene uso alguno, y si tal vez se halla usado por algun Autór, es sin necessidád, porque no sabémos yá el tono que los Romanos usaban y explicaban con este accento. En nuestra Léngua los accentos no sirven para explicar el tono, sino para significar que la sylaba que se accetúa es larga: y assi el grave, que es el que baxa obliquamente de la izquierda à la derecha en esta forma `, unicamente puede tener uso sobre las quatro vocáles à è ò ù, quando cada una es como voz separada de otras, y hace cabál sentído por sí sola, dexando de ser mera vocál: porque la Y, que generalmente está subrogada y admitida para que sirva de conjunción en lugar de la I, no le necessita: y assi es error decir que el accento grave sirve para alargar la última sylaba en las voces de dos, tres, quatro, y mas vocáles: como Arnés, Amó, Amará, Enseñará, Apercibirá, porque esto es próprio del accento agúdo, que es el que baxa de la derecha à la izquierda de este modo ´, y la razón es porque hace agúda y fuerte la pronunciación: lo que no conviene la grave, que la deprime y modéra. Sirve assimismo el agúdo para denotar quando la penúltima sylaba es larga en las palabras de tres ò mas vocáles, en que no se siguen dos, tres, ò mas consonantes juntas: como Ilustre, Madrastra, Enseñanza, no hai necessidád de tal accento, respecto de que por su naturaleza es larga la pronunciación, exceptuandose de esta regla las voces en que las tales consonantes son muda y líquida, en cuyo caso muchas tienen breve la vocál antecedente, especialmente en la prosa: como álgebra, árbitro, Cáthedra, Fúnebre, Lúgubre, Quádruplo. Lo mismo se debe observar en las voces llamadas esdrúxulos: como águila, Música, Máximo, Philósopho, Theólogo, Escolástico, Doctíssimo, en las quales la sylaba penúltima es breve: y para que se reconozca que la pronunciación no se detiene sobre ella, sino sobre la antecedente, se pone el accento agúdo sobre esta. Fuera de estos fines tiene otro mui conveniente y oportúno, que es de evitar la equi-