Esta página ha sido corregida
ROB | Biográfico de Chile | ROB | 85 |
ROBLES (MANUEL).
Compositor musical. Nació en San Francisco del Monte, en el valle de Santiago que conduce a Melipilla, en 1790. Su padre era músico y maestro de baile. Se formó artista musical recibiendo las lecciones de su padre. Dedicado al delicado instrumento del violin, se hizo notar desde jóven como un hábil e inspirado músico. El maestro don José Zapiola, que le dedicó un hermoso capítulo en su libro Recuerdos de treinta años, relata en sus crónicas de aquel tiempo, que lo conoció en 1819, en una corrida de toros que tuvo lugar en San Francisco del Monte, donde el jóven violinista se distinguió como un valiente y hábil lidiador. Su talento natural se desarrolló en ese ambiente popular de su raza y da su época, que, sin duda, comunicaba ternura y orijinalidad a sus canciones. Reunia cualidades curiosas, siendo de un carácter despreocupado y travieso. Era, lo que en el lenguaje moderno se llama un mundano, amigo de las tertulias, pues tocaba con destreza la guitarra y cantaba tonadas y canciones que acaso él mismo componia como poeta que se inspiraba en las costumbres del pueblo. El maestro Zapiola cuenta que cantaba con mala voz, pero con una gracia inimitable y que bailaba como nadie. Era un jugador de pelota sin rival y para el volantin no tenia precio. Para la jarana y el box, no encontraba igual. Todo esto unido a su jenio vivo y travieso, espiritual como su raza popular, le daba la fama de un vividor galante y despreocupado en el seno de las multitudes, donde era particularmente querido por sus raras dotes da músico. Robles, como se ve por los rasgos trascritos, era un carácter singular y múltiple, de esos temperamentos estraordinarios y orijinales que solo se forman en el seno de nuestras muchedumbres tan ricas en injenios alegres y audaces como en libertad de costumbres nativas soberanes. En 1824 emprendió, con el maestro Zapiola, una escursion a Buenos Aires, partiendo a lomo de mula desde la Chimbe por la calle de la Recoleta endireccion a Mendoza. En constante buen humor, hizo la jornada, siempre a caballo y por tierra como dicen en la República Arjentina, hasta Buenos Aires, salvando a sus compañeros en todos los trances difíciles del camino y del viaje. En Buenos Aires se dedicó al juego del billar, en el que era un verdadero maestro, y mas tarde se incorporó en una orquesta dirijida por el maestro Massoni, en el teatro de la capital del Plata. Regresó a su pais en 1825 y se dedicó el ejercicio de su profesion de maestro de música y de violin. Aquí se casó de una manera novelesca y mas tarde perdió el uso de una pierna, por un golpe de a caballo, por lo que se le llamaba el cojo Robles. Ese espíritu inquieto y tan aventurero, estaba dotarlo de un noble sentimiento de patriotismo que le hacia amar a su suelo mas que a su vida. Poseia, en ese rasgo de su naturaleza, la cualidad característica de su estirpe popular, pues no existe pueblo en América mas adicto a su tierra nativa que el chileno. La índole araucana ha sido la mas rebelde a la conquista en nuestro continente. La obra maestra y la que le be conquistado celebridad al compositor Manuel Robles, es la música de la antigua