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PRÓLOGO

No era, por cierto, aquella una edicion definitiva, ni podria pretenderlo la presente, siendo como es ésta una obra de seleccion histórica y social, y ademas estando vinculada al desarrollo constante del pais que nuevas personalidades hace resurjir en el curso de los adelantos de sus instituciones.

La unidad de propósitos que hemos puesto de relieve en sus pájinas, a la vez que el sentimiento nacionalista que nos ha guiado consignando los rasgos biográficos de los ciudadanos distinguidos de provincias, es decir, dando personalidad a todos los hijos caracterizados del pais, no ha sido debidamente estimada por algunos escritores.

Se ha pretendido imponernos la doctrina de privilejio de que este Diccionario solo ha debido consignar las biografías de los individuos estimados como notables, prescindiendo de los ciudadanos de modesta esfera social y de la juventud que ha dedicado sus aptitudes a las letras o a las bellas artes.

Habiendo contribuido todos los ciudadanos ilustrados e intelijentes en sus labores y con sus esfuerzos al progreso jeneral del pais, justo es que se remuerden los nombres de los mas activos y entusiastas, sin atender ni a la condicion humilde de su rango ni a la suerte infortunada que les haya correspondido en el lote de la vida pública.

De este modo la obra cumple su objetivo principal, cual es el de estimular a la juventud y a los que perseveran en las difíciles tareas del periodismo, de la industria y de los servicios nacionales, cualquiera que sea su rol y su estado social.

Al reunir en los capítulos de este libro a los escritores y periodistas de los pueblos mas apartados del centro, hacemos obra de justicia y de estímulo patriótico y social, porque aquellos también son obreros del progreso nacional, son soldados de la cultura pública, son ciudadanos de la democracia que cooperan al engrandecimiento de la patria