que mayor número de datos nos proporcionaron para la obra.
El Diccionario Biográfico Americano, editado en Paris en 1876 por el bibliógrafo chileno don José Domingo Cortes, nos ofreció detalles sobre varios escritores y hombres públicos que hablan actuado en la política y en las letras.
Nuestro libro, como obra de carácter nuevo en la literatura chilena, de tendencias menos restrinjidas que el de Cortes, que habia tomado nota únicamente de las personalidades sociales mas prestijiadas y pudientes, produjo una impresion de viva polémica en el diarismo militante, por que había dado acceso en sus breves capítulos a jóvenes literatos y a personalidades modestas de las artes y la industria.
Se dijo que el autor venía a innovar introduciendo la democracia en la historia, nivelando todas las esferas sociales en las letras.
Semejante apreciacion, que no era, por cierto, el resultado de un juicio crítico severo y justiciero, nos indujo a dar a la obra mas amplitud en sus proyecciones literarias y sociales, no como uno réplica a los estudios publicados sobre ella, sino como complemento de los propósitos que nos habian guiado al escribirla.
La edicion de 1886, fué rehecha y ampliada de un modo considerable en 1888, presentando una obra nueva, si cabe decirlo, diferente de la anterior en la forma, aunque conservando la índole y el programa de la primitiva.
Las noticias de cada biografía con mas minuciosidad en los datos y en las apreciaciones de los hechos relatados, ofrecían un carácter de novedad por la copiosa información que demostraban.
