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una punta ó espolón saliente y bajo que contiene mucho guano. Es de pocos habitantes y de áridos contornos. El nombre viene del idioma quichua, que equivale á gradillas ó pequeño escalón.

Patagonia.-—La región de la extremidad austral de América, comprendida entre el paralelo 38°, más o menos, y el estrecho de Magallanes al sur, y entre la vertiente oriental de los Andes ó su línea en dirección hasta el mismo estrecho y el océano Atlántico, y llamada así del calificativo patagón ó patón (de grandes pies), que el navegante Magallanes aplicó á los naturales por las enormes pisadas que de ellos vió por primera vez en las playas del puerto que denominó San Julián en su viaje del descubrimiento del dicho estrecho. Algunos incluyen en esta región la pendiente occidental de los mismos Andes, bañada por los canales del Pacífico, llamándola con las islas adyacentes Patagonia Occidental, pero esta parte es en sus caracteres físicos y en sus habitantes naturales enteramente distinta de esa región, y forma la sección continental y el archipiélago de Chonos. Esa extensa región ó Patagonia propia pertenece á la República Argentina, con excepción del espacio continental de moderado ancho, que toca en el estrecho de Magallanes, conforme al tratado de límites entre esa nación y Chile de 23 de julio de 1881, comprendiéndose en territorio de éste. Y ella consta, casi en el todo, de dilatadas pampas ó llanuras herbosas de terreno negrusco y limpias de arbolado, cortadas á distancias por ríos que de los Andes bajan al Atlántico, batido en verano por fuertes y fríos vientos del sur, y expuestas á las heladas y lluvias de sus largos inviernos. Las recorren el colosal avestruz (Rhea americana), el guanaco (Achenia guanaco) y pocos más animales. Está habitada por algunas tribus nómades de esos mismos, que Fernando de Magallanes llamó en marzo de 1520 patagones y calificó de «raza de gigantes», los cuales son corpulentos, altos, levantados de hombros, de cabeza grande, toscos de facciones y de color cobrizo claro. Se desfiguran el rostro con tintes extraños; se visten, arropándose solamente con una manta que cae de los hombros á los pies y que doblan por delante, hecha de pieles de guanaco ú otro animal, y llevan largo el cabello, atándolo con una faja alrededor de la cabeza. Al presente andan á caballo, armados á veces de lanza ó pica, y provistos siempre del laqui, que no es más que el conjunto de tres cuerdas de un metro ó poco más de largo, á cuyos extremos atan bolas de piedra, y el cual tomándolo por el otro extremo reunido y volteándolo en torno de la cabeza, lo tiran al animal que persiguen, y con tal destreza, que pocas veces fallan de enredarlo entre sus pies. La estatura de estos indios, cuyas principales familias se denominan tehuelches, ha sido exagerada hasta hacerlos pasar por los fabulosos titanes. Sin embargo, son notablemente altos para no tenerlos por los gigantes de la América; pues el término medio de su altura, según el jesuíta inglés Falkner, que residió entre ellos á mediados del último siglo, es de un metro ochenta y dos centímetros; él mismo midió uno