á confundirse hacia el N. con las monótonas pampas patagónicas, de cuyo carácter en algo participa el lado opuesto de la isla grande de la Tierra del Fuego; sus costas son más playadas, el canal más aplacerado y con algunos bancos y bajos, siendo en esta sección el cielo más despejado y más escasas las lluvias. La navegación del estrecho, aunque no peligrosa, es para buques de vela difícil y tardía por los vientos contrarios; pero bajo todos respecto, dice el capitán Mayne, es segura para vapores. Este estrecho fué descubierto por Fernando de Magallanes en 1520 y de él toma la denominación; y así dice Ercilla, en su Araucana:
Que, abriendo este camino, le dió nombre.»
Y aunque este navegante lo denominó estrecho de Todos los Santos y Sarmiento, de la Madre de Dios, el uso, sin embargo, le ha consagrado aquella denominación por el apellido de su descubridor. Las expediciones más notables que lo han atravesado de cabo á cabo, son:
1ª. La de Magallanes, compuesta de las naos Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago, que partió de Sanlúcar de Barrameda el 20 de setiembre de 1519. Después de detenciones en la costa del Brasil, en la boca del Río de la Plata, en el puerto de San Julián y de Santa Cruz de la costa del Atlántico descubrió el 21 de octubre de 1520 el cabo que nombró de las Vírgenes; reconoció esta entrada del estrecho, penetró en él con tres de esas naves el 6 de noviembre siguiente, y salió al Pacifico el 27 del mismo mes, habiéndose perdido antes la Santiago y desertado la de San Antonio. De aquí dirigióse Magallanes hacia el NO. hasta el archipiélago de las Filipinas, y en un combate que tuvo con los naturales de la isla de Mactán, al E. de la de Zebú, fué muerto el 27 de abril de 1521 y poco después de lo cual Juan Sebastián de Elcano continuó la derrota con solo la Victoria hasta el mismo puerto de Sanlúcar en el que entró el 6 de setiembre de 1522, á los tres años menos 14 días de su salida de él; regresando también en esa nave su piloto Francisco Alvo y Antonio Pigafeta, autores del derrotero y narrativa del viaje. Dicha nave, que Argensola llama la venerable nao, tiene la gloria de ser la primera que dió vuelta al mundo por lo cual Carlos V. y I. de España concedió á de Elcano un escudo de armas, cuyo timbre era un globo terráqueo con el lema Primus omnium circumdedisti me.
2ª. La de Don Francisco García Jofré Loaisa, compuesta de las naves Santa María de la Victoria, Santa María del Parral, San Lesmes, patache Santiago, Sancti Spiritus, Anunciada y San Gabriel; entró el 2 de abril de 1526 y salió al Pacífico el 26 de mayo siguiente, con las cuatro primeras. Venía de segundo de la expedición Juan Sebastián de Elcano.
3ª. La de Alonso de Alcazaba con las naves Madre de Dios y San Pedro. Entró en enero de 1535 y regresó sin pasarlo. Esta expedición y la anterior dieron nombre á puntos principales del estrecho.