98 PAULETTE Pax
un país donde todo falta desde hace tanto tiempo.
La línea de Moscú fué ya cortada por ellos, y hasta llegaron a apoderarse de una aldea que han dejado en el estado que es de suponer.
Para colmo de desgracias, en Finlandia se está combatiendo con encarnizamiento. Este país, de costumbres tan tranquilas por naturaleza, se encuentra a su vez presa de los desórdenes, de las luchas y de los horrores que lleva consigo la revolución.
Los suecos sólo aceptan los correos oficiales, lo cual significa para nosotros el aislamiento del resto del mundo. Solamente con Siberia estamos comunicados.
Y hacia esa región lejana, llena de temibles azares, y muy cara también, se dirige la caravana de numerosas familias rusas, que conservan al- gún dinero todavía.
Naturalmente, el Gobierno bolcheviquista, ante ese éxodo, hace todo lo que es preciso para contrariarlo. Los trenes salen cuando a él le pla- ce. No hay carbón.
En realidad, lo más prudente será tomar infor- mes, especialmente nosotras, que somos mujeres solas.
Y después, ¿no es preciso permanecer fieles en nuestro puesto?
Porque, no obstante la cercanía de los alema- nes, a pesar de la desolación general y del terror
