94 PAULETTE PAX
al menos intentan concienzudamente organizar ese caos.
A 20 de Febrero.
Daumerie, nuestro regidor, nos ha hecho en- sayar el Mundo de las Corlesanas; pero, a pesar de los muchos ensayos, la obra ha sido de con- tinuo pospuesta para el día siguiente.
Por fin, hoy hemos podido dar la obra de Du- mas, y hemos puesto en su representación todo nuestro esfuerzo.
Raras veces sale tan completa una representa- ción. Yo tenía el papel de Mme. de Santis.
Instintivamente, sin saber por qué, en vez de responder con estas palabras a la baronesa de Ange, que estaba representada por Roggers: «Parto para Inglaterra y de allí para Béigica y Alemania», le dije: «Parto para Bélgica y Ho- landa.>
¿Por qué tuve esa presencia de espíritu?
En el momento de bajár el telón, se nos co- municó que se hallaban en la sala von Mirbaoh y de Kaiserling.
¡Rabio por no haberlo sabido más pronto!
¿Qué habría yo hecho? No lo sé...
Intento razonar mi exasperación.
¿No es una magnífica respuesta para estos bo- ches—que ya llegan a Petrogrado, precursores seguramente de otros muchos boches, y curiosos