DIARIO DE UNA COMEDIANTA 69
Se ven, en efecto, a unos cuantos metros de la muchedumbre, las imponentes ametralladoras.
Forman en esta manifestación señoritas, estu- diantes y ancianos que pasan tranquilamente.
¿No habrá dentro de un momento una atroz carnicería en las filas de estas personas pacificas?
No obstante las seguridades de los que go- biernan y que dicen muy alto que darán libertad a todas las manifestaciones, cualesquiera que sean, podemos preguntarnos si ésta no va a cho- car con alguna banda de insurrectos venidos del pueblo, y si dentro de una hora esas ametralla- doras no van a sembrar la muerte.
Pero el fatalismo ruso es admirable.
Se diría que nadie aquí piensa en la muerte, por más que ésta se halla en todas partes...
Es la apatía, la resignación y la inconsciencia eslava.
A 15 de Diciembre.
Vuelve a comenzar el saqueo de los sótanos. Todos serán visitados.
Desde que probaron el jerez y el champaña del Palacio de Invierno, desde que vendieron las botellas en lo que quisieron, el saqueo de los sótanos ha llegado a ser el comercio habitual de los bolcheviques.
Ya no se trata de política, de comunismo so- cial, ni de adquisición de tierras. Lo único que
