DIARIO DE UNA COMEDIANTA 181
A 15 de Septiembre.
Parece que los acontecimientos se calman algo.
La Sra. de Scavenius, cuya bondad es in- agotable, logró llegar hasta los prisioneros para llevarles viveres. Llegó a conseguir la organiza- ción de una cocina en la fortaleza, ¿Es un efecto de la protesta? No me atrevo a creerlo, y, sin embargo, me siento dichosa al pensar en el pa- pel que he desempeñado en estos aconteci- mientos. :
El Sr. Binet me lo agradece de corazón, así como nuestro cónsul el Sr. Duchéne. Lo que hice es muy natural; de lo que estoy muy orgu- llosa es de haberlo intentado.
A 16 de Septiembre.
Hoy, durante el almuerzo en la Embajada, me entregan una tarjeta de la Sra. Cheremeteff, quien viene recomendada por el Sr. Binet. Me dirijo al salón para recibirla, y me encuentro con una mujer bella y joven, que se presenta en estos términos: :
—Soy francesa, casada con un ruso que ha muerto, Vengo enviada por el señor Binet. He aquí lo que me pasa: recibí una citación de la Gorokovaia, adonde debo presentarme a las
