Página:Diario Comedianta Francesa Bajo Terror Bolchevista.djvu/166

Esta página no ha sido corregida

168 PAULETTE PAX

llevaban acostado. De pronto, creo que es un he- rido, pero estoy en un error. Era Kanegiesser a quien conducian. Supe la verdad más tarde, en el Consulado de Dinamarca, pero aún se dudaba porque el caso era sensacional. Sin embargo, a las dos de la tarde el rumor quedó confirmado.

He aquí cómo Kanegiesser relata su crimen o, mejor dicho, su acto de justicia.

—Conocía yo a Uritzky de vista, Resolví al- canzarlo en el ministerio del Exterior y matarle, esperando que de ese modo se detendrían varias ejecuciones que eran inminentes. Lo que había yo resuelto se realizó al pie de la letra. Cuando vi que Uritzky estaba herido mortalmente, subí a la motocicleta que me esperaba en la puerta y huí por la Moika, dirigiéndome después por la Morhkoff Pereulok. Bajo de la máquina en el nú- mero 17 de la Millionaya; me precipito entonces en el patio, y después me lanzo por una escalera de servicio donde veo, por casualidad, la puerta de una habitación. Entro allí, y como encontrara un gabán colgado, lo tomo y salgo por la otra puerta, bajando después en el ascensor. Desdi- chadamente, al salir, hallo dos hombres y una mujer que intentan detenerme. En ese trance, empiezo a disparar al acaso sobre el grupo, pero pronto se me desarma por soldados que acuden al ruido de las detonaciones.

Circula otro rumor, que no me atrevo a tomar