DIARIO DE UNA COMEDIANTA 165
caracoleaba a caballo. Los guardias rojos, con el gorro hacia atrás, parecían llevar a la tropa a una victoria imaginaria. ¡Diablo! Es que el cebo es muy tentador: el primer dia recibirán un par de botas por 24 rublos (no olvidemos que actual- mente valen más de 640 rublos); y los dias si- guientes recibirán una libra de pan. En realidad, eso bien vale la pena de presentarse con aspecto patriótico a la manera de los bolcheviques.
A 26 de Agosto.
¡Ay, Dios mio! ¡Ya no partiremos tan presto como lo esperábamos! Los bolcheviques presen- tan pretensiones exorbitantes, que son inacep- tables.
Todos los días surgen nuevas complicaciones, y hoy más que nunca.
También se dice, que en caso de partir, sola- mente se nos permitirá llevar un traje, un par de zapatos y muy poca ropa interior. Tendremos que abandonar todos nuestros objetos. Es duro; pero nos resolvemos a ello con tal de partir.
Esto es terrible para todos, con tanta mayor razón cuanto que sabemos el nuevo giro que están tomando los acontecimientos en Francia, Los periódicos de aquí, todos pagados por los boches, aun cuando hagan la conspiración del silencio, no nos impiden saber que los aliados,
