que así se llama este país, i entrar en Menfis, ciudad central que Ud. conoce i donde se esstudian los planetas.
En este momento, comprendí que era Menfis i no Babilonia la ciudad, pues este nombre indicaba un territorio. Esto me hizo entender cuán posible era que del mismo modo hubiese sufrido algunos otros equívocos respecto a mis conocimientos adquiridos. Mi desconfianza se robustecia; pero ansioso por complacer a Eva, esclamé:
—Siendo este paseo en compañía. de Ud. será para mí un placer inmenso......
—Gracías, me dijo sonriendo.
E instantáneamente la ví descender i arrastrarme tras de si con sus miradas.
A pesar de la altura en que nos hallábamos, absorto en las miradas de Eva, no pude notar la inclinacion del descenso; pero recuerdo perfectamente, no fué vertical ni con mucho. Al contrario, me pareció hacer una verdadera travesía hácia el norte de Júpiter.
No obstante, sin salir del pais, llegamos a una ciudad que a poco conocí era mi buscada Menfis. Entramos a un salon circular cubierto por una bóveda i construido de manera que la voz se oia