Sol, i colocarme en el lugar cuya inclinacion fuese aproximativamente la que tenia ántes de perderme ......... Ah! esta fué una luz inmensa que alumbró mi sombrio espíritu.
Yo, que habia sentido casi un vértigo por seguir el Sol i que tan dolorosa contrariedad sufriera por la idea de abandonar, aunque fuese por un dia, las pesquisas para encontrar a a Eva, sentí un placer indescriptible cuando ví unidas en una sola aquellas dos aspiraciones de mi espíritu. Pero la duda iba siempre conmigo vertiendo su acíbar en mi corazon... ¿Encontraria a Babilonia, al bulevar i al palacio de Eva?
Yo me lancé, a pesar de la duda, tras del Sol, no ya con mis ojos cerrados i como un atolondrado, sino al contrario, recorriendo cuanto pasaba bajo mis plantas. En efecto, valles, montañas, mares, ciudades i puertos espléndidos dejé detras hasta que arribé en pocos segundos a una situacion aproximada respecto del sol, a la que mi recuerdo me retrataba con mucha claridad. Allí, me detuve, i jiré mis miradas abarcando el horizonte entero. Esta rejion, mui diferente de la anterior, era formada por una campiña inmensa ménos boscosa