Página:Desde Jupiter.pdf/137

Esta página ha sido corregida
— 137 —
solo

—Vas a despertar; yo voi contigo; un dia nos veremos. Recuérdame, que yo no te olvido!

Estas palabras llegaron al fondo de mi alma, pero no me atreví a responder. Me sentí culpable, criminal, humillado.

Miré a mis piés, i ví un globo inmenso que conocí era la Tierra, sobre el cual yo caia como cae un cuerpo denso i pesado. Cerré los ojos i elevé mi espíritu a Dios pidiendo misericordia, pues olvidando mi naturaleza me creia hecho pedazos. En este momento me acuerdo que creia en Dios.

Sin saber como, me sentí desvanecer.

XXXVI.
EL DESPERTAR.

No sé cuanto tiempo trascurrió, cuando me sentí a mí mismo, volviendo a la vida al lado de Federico que asustado me decoa:

—Despierta pronto, que ya me tienes alarmado. Hace una hora que trabajo por volverte i no puedo conseguirlo.

Cuando estuve completamente en mí, Federico me pidió le hiciera la narracion de lo que habia visto i oido en tres horas que me habia mantenido en suelo magnético.

Yo estaba triste.

Sin embargo le narré lo anterior.