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es un sueño

Mas ¿quién era?

Porque la confusion de mi conturbado espíritu crecía hasta el pavor, i sin embargo, su presencia me enamoraba i me hacia casi olvidar de la preciosa Eva.

Ah! ¿qué había en su conjunto fisonómíco, en los pliegues artísticos de su blanca i radiosa túnica, en la atmósfera que la rodeaba, que despertaba en mí los mas locos amores, los mas ciegos delirios, los mas estraños deseos?

I sin embargo, su graciosa apostura, su severidad de ánjel, su digna cuanto amable sonrisa, no respiraba mas que inocencia i pureza llevada al ideal.

Yo perdí casi la conciencia de mí mismo, i un sentimiento secreto pareció decirme que soñaba, que era una ilusion, una imposible fantasía de mi espíritu enfermo!

Pero, ella estaba allí, sonriendo, serena, bellísima, enloquecedora; i me miraba, me miraba i parecia decirme con la mas candorosa pureza de una alma vírjen:

—¡Yo te amo mucho!!......

XXVIII.
ELLA I YO.

A

cercándose ámbas, cada una me tendió su mano.