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la verdad histórica decir que, al unirse con Mendeville, doña María Sánchez no hizo sino agregar, a los cinco hijos que ya tenía, otro más a quien dar carrera: su propio marido, al eual no tardaron en seguir tres nuevos reto- ños. Acreciéronse, así, las necesidades de la familia, sin que aumentaran las rentas en proporción. Se ha dicho que gastar es el pri- mer deber social de los ricos, como el de los po- bres es economizar. El historiador López nos ha referido ya y explicado cómo doña Ma- ría Sánchez había hecho suya esta máxima, admitida y puesta en práctica, con igual o mayor convicción aún, por el caballero de Mendeville. Tanto bajo el aspecto pecunia- rio, pues, como por otros conceptos, el segun- do matrimonio, lejos de obviarle dificultades a nuestra dama, trajo, más bien, como conse- cuencia, el aumentárselas.

Sus primeros rozamientos con el dictador Rosas tuvieron así por causa a Mendeville. Designado éste, en 1828, cónsul general de