por entero a saborear sus dulzuras. La socie- dad argentina iba muy pronto a ser sacudida por convulsiones profundas y violentos cata- clismos, lanzándose en la pendiente de las luchas armadas, las revoluciones políticas y las reformas sociales. Sólo por el hecho de haberse unido a un militar, joven y en servi- cio activo, María Sánchez hallábase conde- nada a vivir en la intranquilidad y la zozobra en que pasaron sus días todas las madres, hi- jas y esposas de guerreros o de políticos en aquellos tiempos heróicos. La luna de miel de su matrimonio vióse ya perturbada por las invasiones británicas de 1806 y 1807. Suce- diéronse muy pronto los trágicos sucesos del año 10. En todos ellos, cúpole actuar activa- mente a Thompson, no sólo por exigírselo así las obligaciones de su carrera, sino también, con toda seguridad, estimulado y aplaudido por su misma esposa. Dotada de un alma apa- sionada y vehemente, ambiciosa, como la que
más, del adelanto de su marido y del lustre de 3