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Iriarte (el general Tomás Iriarte) y el fascine- roso Ugarte. Esa noche patrulló Viamonte, y yo me reía del susto que se habían llevado. De esas resultas le escribió una carta Viamonte a don En- rique (el general Enrique Martínez), diciéndole que no respondía de su vida si se obstinaba en
no salir del país.
Así informaba, poco después, misia Encar- nación a su « compañero querido », sobre los sucesos pasados, en una carta fechada el 4 de diciembre de 1833. Esta misiva había sido precedida de otra, igualmente noticiosa e in- teresante, en la cual se halla la advertencia
que sigue:
Un mulato sastre, Carranza, muy unitario, ha ido para el ejército, creo que con negocio; me dicen que te lleva un barril de aceitunas de regalo; no las comas hasta que otro coma primero, no sea
gancho.
La carta contiene esta información y rasgo
sugerente de carácter:
