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caso — el empleo de las fuentes testimoniales y tradicionales. El anecdotario de Misia Ma- riquita que me ha sido dado recoger, tan in- teresante como rico, confirma, en un todo, la información documental y su interpretación psicológica. Ejemplo, esta preciosa historieta que nos vefería días pasados, en esta misma

asa, una dama respetable: la señora Dolores

Lavalle de Lavalle. Consentid que os la cuente e interprete a mi modo, enfilando, en el hilo de mi exposición, esa magnífica perla. Discu- tían, una vez, las socias de la Beneficencia, en forma tan apasionada, que Misia Mariquita, allí presente, dejándose llevar, al parecer, por un movimiento de fastidio, quitóse la gorra que llevaba puesta y la arrojó con violencia al suelo. Acababa apenas de llevar a cabo acto tan poco parlamentario, como muy de su carácter apasionado, cuando, recobrando el imperio de sus nervios, si es que lo perdió en realidad, y sacando partido de su propia falta,

recogía la gorra del pavimento y se casti-