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XV


Al volver á su nido, después de oír las revelaciones de Robert, Carlos encontró á Liliana sentada en un inmenso canapé de la biblioteca, entre Plese y Margot.

— El amo llega hoy tarde —dijo el escultor al verle entrar.

Y después de una pausa, agregó en voz alta:

— Más vale así, porque si hubiera venido temprano, no habríamos podido hablar con libertad.

— ¿Era muy serio lo que decían ustedes? —preguntó Llorede tratando de parecer amable y tranquilo.

— ¡Ya lo creo que era serio! —repuso