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veces «tío», á veces «viejo», á veces «maestro»; amándole siempre mucho.

... Y esa familia se iba desuniendo sin que Llorede lo notase... Y con la luna de miel, que terminaba, evaporábase también el calor del hogar amigo, del hogar que casi era suyo, «su único hogar».

— «¡Lástima! —pensó el periodista, contemplando á su amigo, que seguía en el otro extremo de la estancia, tratando de convencer á Plese de que Rodin era superior á Miguel Ángel.

«... ¡Lastima! Él está loco por ella, y hace algunos meses el amor de ella era tan grande como el suyo... ¡Quién lo hubiera pensado!.. Es cierto que en cuestiones de amor lo más natural es lo sobrenatural... Y, por otra parte, quizás ella le quiera mucho aún, pues no tiene nada de raro que una mujer engañe á un hombre aun estando enamorada de él... Pero ¿le engaña, ó no le engaña?... Sólo Dios y ella lo saben; y tal vez ni aun ella está segura de lo que hace... ¡Son