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DE LA IMPRENTA EN FRANCIA

regocijo. Acudió entonces al recurso de la censura, disolvió después la Asamblea popular é hizo copiosa hornada de Pares. Pero como le fuera el resultado de las elecciones completamente desfavorable hubo de ceder su puesto á ministros menos impopulares, después de haber administrado con habilidad, y de haber mostrado alguna vez en vano deseos de moderación oscurecidos y anulados por las violencias y locuras de la llamada congregación y del partido ultra, débiles para defender el trono, osados y temerarios cuanto se necesitaba para escandalizar y llenar de susto á Francia. Al cambio de ministerio acompañó otro análogo en la ley de imprenta, quedando desde 1828 privado el Gobierno de dos facultades importantes, la de conceder autorización para los periódicos, y la de recurrir á la censura, pero no se hizo alteración en cuanto á otro punto capital que era el de la jurisdicción correccional. Todas estas variaciones dieron por único fruto llamar continuamente la atención del público hacia los periódicos, y que estos llegaran á ser cada dia más interesantes, unas veces por la persecución que padecían, otras por la libertad de que usaban. Es sobrado conocido el desenlace de estos sucesos para que haya necesidad de referirlo.


VI.


En la catástrofe de la rama primogénita, no pudieron menos de quedar envueltos, no solo el decreto de censura del ministerio Polignac, sino el sistema legal de 1828. Renacieron pues y con mayor latitud las doctrinas de 1819, y ascendiendo al rango, de principio constitucional, quedó inscrita en la Carta la jurisdicción exclusiva del jurado en materias de imprenta. Pero al hacer su explosión la mina en 1830, no se consumieron los combustibles hacinados en la época precedente: quince años habia durado la lucha contra un Gobierno que en alternados periodos habia recurrido inútilmente á los lenitivos de la moderación y á los resortes de la resistencia, mas que tuvo la desgracia de lastimar el orgullo de los pueblos por razón de su origen, y de alarmar los intereses é instintos de las clases más influyentes con la insensata y no disimulada exageración de una gran parte de los elementos en que se apoyaba. En el espacio de tan largo tiempo, el espíritu de desconfianza, hostilidad y oposición contra los gobiernos, se habia hecho