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LIBRO UNDECIMO

NAPOLES


I
DE HOMA A LA FRONTERA NAPOLITANA. -TERRACINA. -GAETA.-UN OBSTACULO IMPREVISTO.
Terracina, 9 de enero

Héme en Terracina, en la última ciudad de los Estados Pontificios, á media lengua de la frontera napolitana.

Acabamos de llegar. Son las once de la noche. Vamos á descansar algunas horas, y mañana por la mañana saldremos para Nápoles.

Dióscoro Puebla, uno de los artistas pensionados por el gobierno español en Roma, y de quien ya te he hablado en mis anteriores cartas, forma parte de la expedición. — El se volverá á Roma desde Nápoles: los demás regresaremos á España.

Creo inútil decirte que los demás somos Caballero, Jussuf y yo.

Nuestro viaje de Roma á Terracina apenas es digno de mención, despues de la descripción minuciosa que te tengo hecha de otra caminata en posta por el Estado Romano.

A mezzo-giorno, esto es, á las doce del dia, salimos hoy de la Ciudad Eterna, por la puerta San Giovanni, Jussuf encargado siempre de la galga ó scarpa, y Caballero, Puebla y yo cómodamente arrellenados en una inmensa y sólida carretela, dentro de la cual quedaba sitio para el consabido cesto de provisiones.

Cruzamos la campiña romana, triste, solitaria, llena de ruinas. Torné á ver á Albano, donde llamó mi atención el contraste que ofrecían los soldados franceses con los soldados napolitanos que se han refugiado en este pais, después de las derrotas del Volturno; aquellos, equipados lujosamente; estos, miserables y desarrapados; los unos ebrios; los otros páli-