que le disteis, se los quitásteis despues: y esas mismas firmas con que lo agasajabais tanto, autorizaron al fin la orden de su encarcelamiento!
Después del Municipio , he visitado el Palacio Ducal ó de la Ciudad, asiento hoy de la Policía, construido en 1262 por el abuelo de Simón Bocanegra y reedificado en 1778. — Allí moraron todos los Dux de la antigua República genovesa.
Luego he ido (atravesando toda la población) al célebre Palacio de Andres Doria , en cuya puerta se lee una inscripción que dice que este hombre ilustre, después de haber sido Almirante del Papa, de Cárlos V, de Francisco I y de su patria , edificó aquel asilo en 1529 , con el propósito de descansar en los días de su vejez, — El Palacio, que ha debido de ser hermosísimo, se halla abandonado y ruinoso; pero no asi los magníficos Jardines que lo cercan, desde los cuales se domina todo el Puerto. — En ellos me han enseñado (¡singular Monumento!) el sitio que ocupó durante muchos años el Mausoleo de un perro, llamado Rœdan, que Cárlos V regaló á Andrés Doria... — Aqui yace mi mejor amigo, escribió lord Byron en la tumba de otro perro.
Tales son hasta ahora mis impresiones en Génova. — La noche no me ha dejado ver más. — Pero tiempo de sobra tendremos de hacer nuevas excursiones , pues el Vapor que ha de llevarnos á Liorna no sale hasta pasado mañana á la noche... — Por lo tanto, buona sera.
Se me había olvidado deciros que en Génova todavía es verano.
Dentro de una hora nos embarcamos para Liorna, y mañana al amanecer nos encontraremos en la Toscana , en la tierra clásica de las flores y las artes, en la patria de la hermosura!
Antes de entregarnos á tan dulces emociones, y por si Jamar, que está agitada, no me permite escribir esta noche á bordo, voy á referiros brevemente las principales cosas que he visto ayer y hoy en la encantadora Génova.
Ayer empecé por seguir recorriendo los mas célebres Palacios de la ciudad. — Después del Palazzo Reale, comprado por Carlos Alberto á no sé qué patricio genovés, y sólo notable por su magnitud, fui á ver la famosa Galería de pinturas del Palacio Brignole-Sale, llamado comunmente el Palacio Rojo, por estar pintado de este color. Su dueño vive casi siempre en París, adonde ha trasladado muchas obras de dicha Galería; pero aún quedan en ella algunos Retratos de Ticiano y de Van-Dick , y varios Cuadros religiosos de Reñí, Guercíno, Lucas Jordán y los dos Palmas. — En los Palacios Adorno y Pallavicini hay muchas y muy buenas Pinturas de los mismos maestros y de otFos de la escuela holandesa.
También merece ser visitada la Universidad , grandioso y elegante edificio, lleno de luz y de gracia. — Una doble Columnata dórica gira en torno del patio, y sobre ella se levanta otra de orden jónico. Enfrente de