LA CIUDADANA 95
En cuanto al trabajo de las mujeres, en particular, existen aun muchos problemas que resolver.
La igualdad de derechos de las mujeres, no significa igual- dad de condiciones de trabajo.
El trabajo femenino debe ser encauzado hacia las tareas adecuadas a sus pecuharldades fisicas y desviarlo de aquellas que representan un pellgro para el futuro de la raza.
La legislacién debe actualizarse y ordenarse para las nue- vas necesidades surgidas del progreso.
Para que la reglamentacién sea efectiva es indispensable la concurrencia de tres factores:
a) Una inspeccién eficaz para vigilar su cumplimiento. b) Aprendizaje de las trabajadoras.
c) Un organismo especializado que se ocupe exc1usiva- mente del problema.
La inspeccién del trabajo femenino debe ser realizada por mujeres, en gran medida. El ideal es capacitar para ese fin a obreras que realicen estudios técnicos y que en unién con profesionales de las distintas ramas universitarias, puedan vi- gilar concientemente el cumplimiento de las reglamentaciones legales. _
La educacién de las trabajadoras debe ser integral. Poner a su alcance los medios de perfeccionarse en la profesién u oficio elegidos, hacerles conocer las reglamentaciones de tra- bajo, la asistencia y la previsién.
Darles conocimientos que puedan serles fitiles para el ho- gar y su familia. Habilitarlas para la crianza de los hijos, segfin las normas de la puericultura y la higiene.
En 1945, la Secretaria de Trabajo y Previsién, creé la oficina especializada que reclamaban las necesidades del pais, pero dificultades de orden administrative impidieron su des- envolvimiento. '