LA CIUDADANA 17
La Dra. Pankurst tuvo sus émulas argentinas dirigidas por la Dra. Lanteri que culminaron en su accién para 1919. A esta luchadora tampoco le fué propicia la opinion. F undo el par- tido F eminista Nacional y hasta pretendié enrolarse. La idio- sincracia femenina del pais rechazaba con disgusto ese tipo de feminismo. Otra campafia entusiasta, realizé en 1932 la Asociacién Argentina del Sufragio Femenino y la de “Damas Patricias”. Consiguieron reunir 100.000 boletas de adhesion y contribuyeron a obtener la media ley de 1932. El Consejo de Mujeres de la Repfiblica Argentina peticioné también al Congreso en esa oportunidad.
En 1945 el ambiente se conmovié con otra campafia in- tensa. Las luchadoras de las antiguas asociaciones volvieron a la accién. Mujeres de todos los sectores de la actividad social se unieron a ellas y se constituyé la “Asociacién Pro Sufragio Femenino”.
Se presentaron a la Division de Trabajo y Asistencia de la mujer, organismo oficial que entonces concentraba los proble- mas femeninos, a solicitar que por su intermedio, se recibieran en acto pfiblico a los micleos femeninos que solicitaban el veto para elevar el petitorio al P. E. de la Nacién.
Como surgié la iniciativa-. de que por un Decreto-Ley, sus- ceptible de ulterior ratificacién parlamentaria se otorgaran los derechos politicos de la mujer, un sector femenino del pais que se titulaba Democrdtico, inicié una enconada campafia de opo- sicién.
Los ataques fueron violentos, pero la Comisién no desmayé en su intento y la aparicién del Estatutor de los Partidos Poli- ticos, en que se excluia a las mujeres, la decidié a una accién inmediata.
La recomendacién del Acta cle Chapultepec que contenia los derechos politicos para las mujeres habia sido ratificado por el Superior Gobierno de la Nacién, por ello era justo y oportuno reclamar su cumplimiento.
