LA CIUDADANA 115
mover el sentido del civismo, que agrupan a millares de mu- jeres y jévenes.
Es grande la misién que estén llamadas a cumplir las asis- tentes sociales en el medio rural.
Esta en el corazén de todos los argentinos la magnifica la- bor cumplida por la maestra rural, que sac6 de las tinieblas del analfabetismo a las poblaciones de los mas distantes pa- rajes de nuestra tierra. .
En un futuro préximo seran también las Asistentes Socia- les rurales nuevas cruzadas de civilizacién.
El Servicio Social debe actuar en forma intensiva en la asistencia y reeducacién de la familia, asi como en la pro- teccién de los nifios sin hogar y en los que temporariamente son desatendidos por sus madres, en las épocas de siembra y cosecha.
La Direccién de Agricultura, Ganacleria e Industria de la Provincia de Buenos Aires lucha empefiosamente con obstécu- los y escasez de medios para llevar adelante su empresa edu- cadora. Visita las chacras e invita a las jévenes a concurrir a los cursos temporarios que en la localidad se inician. Llegan a diario venciendo las dificultades del traslado, animosas jo- venes dispuestas a asimilar las ensefianzas de maestras espe- cializadas, que dictan clases de apicultura, avicultura, panifi- cacién, arboricultura, cocina, cunicultura, cesteria, corte y confeccién, lenceria y bordaclos, puericultura, higiene y ad- ministracién del hogar.
Para ésta como para todas las grandes obras se requiere una colaboracién decidida y amplia de todos. Los municipios han de contribuir con sus medios para auspiciar la propaga- cién de nuevas escuelas de Hogar Agricola en todos los pueblos del pais con el apoyo de los estancieros, chacareros, comer- ciantes y las sociedades locales.
Cuando la mujer no administra bien la casa 0 el hogar, el trabajo del hombre es con frecuencia estéril y no existe la