103 LUCILA DE GREGORIO LAVIE
Las estadisticas de ESTADOS UNIDOS del censo de 1930, revelan un elevado porcentaje de casadas y solteras que traba- jan por necesidad de familia.
De investigaciones realizadas acerca de 369.000 mujeres, el 13 % eran finico sostén de familias de dos 0 mas personas.
En otro estudio reciente se comprobé que el salario cle las mujeres era el completo sostén del 1/3 de las familias.
Los empleadores, en sistemas de salarios que tienen por base el trabajo y no las personas a quienes mantiene, nunca esgrimieron ese argumento, para pagar salarios mas bajos a los trabajadores solteros.
Una causa poderosa de que el nivel del salario femenino haya demorado tanto tiempo en elevarse y cueste tantos es- fuerzos lograrlo, es la falta de agremiacién de las trabajadoras. El carécter combativo de las primeras asociaciones de obreras, las mantuvo temerosas de inmiscuirse en los conflictos del trabajo.
Una razén psicolégica, su débil espiritu de solidaridad y asociacién, justificada por el brusco cambio del género de Vida, concurrié a retardar el movimiento gremial femenino.
Estos acertos se ven confirmados al considerar cémo la categoria mas castigada por la explotacién, ha sido en -todo el mundo, la de la trabajadora a domicilio, Vale decir, la que tra- baja mas aislada, sin el apoyo de una asociacién 0 de un grupo que defendiera sus intereses. .
Cuando las trabajadoras comenzaron a organizarse profe- sionalmente, los progresos fueron mas répidos.
Hoy por hoy, son los sindicatos masculinos y mixtos, los que con mas energia sostienen cualquier intento de reducir las retribuciones de las obreras, para salvaguardar los niveles generales de salarios, que con tantos esfuerzos pudieron lo- grar. (Employrnente Security Review-diciembre de 1942 -Vo- lumen 8 N9 12.)
