que por el contrario, por nuestra torpeza y descuido, caigamos en los abismos degradados de la estupidez humana. Esto es la maravilla de ser hombre, el prodigio de estar vivo y el desafío inconmensurable de la vida.
Es mí deber en esta primera plática con ustedes, ofrecerles a su corazón, estas viejas palabras de nuestros sabios abuelos, que desde tiempos inmemoriales se guardan en el corazón y en la lengua de sus hijos, para que solo acabados los hombres en la tierra, se pueda borrar la memoria de estos sabios:
—"Los hombres lo preguntamos:
¿Acaso de verdad se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco
Percibo lo secreto, lo oculto:
¡Oh vosotros señores¡
Así somos,
somos mortales,
de cuatro en cuatro nosotros los hombres,
todos habremos de morir en la tierra."
"Ha bajado aquí a la tierra la muerte florida,
se acerca ya aquí,
en la Región del color rojo la inventaron
quienes antes estuvieron con nosotros.
Va elevándose el llanto,
hacia allá son impedidas las gentes,
en el interior del cielo hay cantos tristes,
con ellos va uno a la región donde de algún modo se
existe."