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Pero todos los pueblos y ellos mismos, sabrán que son impostores y vivirán con la angustia de nuestro regreso y justo castigo.

Cuando más poderoso sea su engaño, llegarán por las Grandes Aguas del Oriente, salvajes y sanguinarios invasores de rostro blanco y barbado, que traerán en sus bocas palabras falsas y en sus corazones maldad e ignorancia. Por sus manos correrá la sangre, que bañará toda nuestra tierra, como una gran tormenta que nunca antes había existido.

Los bárbaros del Norte y los pueblos que éstos sometieron y explotaron, confundirán a los invasores con La Serpiente Emplumada. Serán tiempos de confusión, dolor y sangre; pelearán hijos contra padres, hermanos contra hermanos, pueblos contra pueblos. Todos se desgarrarán y los salvajes invasores a través de la mentira y la codicia, envenenarán los corazones de unos y atemorizarán las conciencias de los otros.

Los conquistadores blancos de Las Aguas Grandes, llegarán con la mentira, la intriga y la codicia. Lograrán apropiarse del poder y la autoridad ilegitima, que los bárbaros del Norte construirán en menos de cuatro atados de años. Los voraces asesinos de rostro blanco y de lejanas tierras, verterán sangre de nuestros hijos en todas las tierras y derrotarán a los impostores, los bárbaros del norte, quienes se inmolarán, fieles a su dios El Colibrí Zurdo, creyendo que reciben el castigo por haber trasgredido las enseñanzas de La Serpiente Emplumada.

Los sanguinarios invasores blancos, tratarán de destruir y borrar de la tierra nuestro recuerdo milenario y el de nuestros hermanos impostores, los bárbaros del Norte.

Nuestros pueblos vivirán entonces la más dolorosa experiencia de nuestra historia, en la que serán tratados como animales.

Los salvajes conquistadores blancos, en busca de la riqueza material y en nombre de un lejano, confuso y sanguinario dios,

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