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Otra faceta de la preparación consistía en aprender a construir. Esta era una pasión ancestral, una forma de expresión de la inconmensurable fuerza espiritual, aprendida en el origen de los tiempos de los Viejos Abuelos. Los jóvenes integraban una formidable y bien organizada fuerza de trabajo, que ayudaba; lo mismo para dar mantenimiento a su institución y edificios públicos y religioso; que a construir caminos, puentes o cualquier obra de beneficio comunitario. Águila Nocturna inmediatamente se acopló a su nueva vida. Algo en sus adentros le hacía sentir un regocijo callado, en todo lo que escuchaba, veía y hacía. Su felicidad era completa, pues Venado de la Aurora, su querido primo, había ingresado también a la escuela y eran de nuevo, la inseparable pareja.

En La Casa de los Jóvenes, el día iniciaba antes de la salida del Sol. Los guardianes de la noche, sonaban al unísono sus grandes caracoles marinos, para levantar a los estudiantes; quienes tenían que limpiar la casa y bañarse. La primera ceremonia se hacía al despuntar el sol, los jóvenes cantaban himnos a “Aquél por quien se vive” y sus múltiples advocaciones, mientras los sacerdotes oficiaban.

Los estudiantes pasaban entonces a desayunar. Todas las comidas eran frugales, como parte de la disciplina, pero adecuadas, para garantizar el sano crecimiento y la energía suficiente para realizar las arduas tareas intelectuales y físicas.

Los Viejos Abuelos toltecas a través de miles de años de conocimiento de los vegetales, insectos y domesticación de algunos animales de corral, habían heredado una variada cocina a los hijos de sus hijos. Siempre al final de cada alimento, se le daban las gracias al Señor todo poderoso, El Invisible e Impalpable. Posteriormente se iban a trabajar por equipos; unos iban al campo, otros iban al bosque por leña; otros más, según las necesidades de la institución, cumplían con las tareas requeridas. Los trabajos se hacían por edades y conocimientos, y los mayores enseñaban a los más jóvenes.

La institución se regía por estrictas normas y jerarquías, ganadas a base de trabajo y capacidad. Los Viejos Abuelos les habían enseñado,

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